Decorados con un balón y diseñados bajo un aspecto deportivo, son el complemento perfecto en cualquier banquillo que se precie. “Muchos entrenadores te obligan a hacer algo y lo haces porque son el jefe. Una copa que se entrega a Bernardo Bertolucci, una tarta con forma de claqueta que 22 tíos sudorosos comen manchándose como cerdos (o como niños felices). Un jugador que complete una recepción puede avanzar con el balón.